Estamos confinados dentro de nuestro hogar y, en medio de esta terrible crisis, ahora es cuando debemos valorar la oportunidad que la vida nos ofrece para profundizar en nuestras relaciones familiares, para sanar heridas, para estrechar lazos y compartir emociones, aunque el miedo nos quiera dominar.
Hemos estado viviendo en un mundo muy acelerado, y ahora de pronto se nos impone un parón forzado. La quietud no siempre es fácil de manejar, más cuando es obligada… Sin embargo, es momento de pensar en la impermanencia de las cosas: todo pasa, todo fluye, nada es eterno… Quiero imaginar esta situación como si fuera un eclipse: ahora estamos envueltos en la oscuridad, pero vendrá la luz.
El amor es algo eterno, el aspecto puede cambiar, pero no la esencia.
Jeff Zinnert
También yo tengo miedo –faltaría más- son” los retos» y me digo a mí misma que vale la pena, es hora de quitarme el esparadrapo que llevo en algún lado desde hace tiempo y ver si lo que hay debajo está sanado o se ha podrido del todo.
Es tiempo de reflexionar, no nos queda otra, para darnos cuenta de por qué algunas cosas nos siguen saliendo mal o regular, cuáles son los motivos que nos despiertan la ansiedad incluso cuando creemos que lo tenemos todo controlado. Tenemos que reflexionar sobre nuestras pequeñas miserias y saber por qué las seguimos alimentando.
Atravesamos por momentos de inquietud y es hora de conectar con nosotros mismos, de escuchar nuestra voz interior, de llorar, si sentimos la necesidad, para liberarnos de nuestros miedos y que no ennegrezcan nuestro futuro… Más que nunca, hay que vivir el momento presente y poner toda nuestra energía en el aquí y en el ahora para salir de esta crisis. Nuestros sueños, nuestras ilusiones, nuestros anhelos… nos aguardan al final del túnel.
El pasado nos limita, pero el futuro nos atemoriza.
El único lugar seguro es el presente
Isaac López
Vamos a salir todos juntos, con una parada física mundial, que nos habrá servido para encauzar nuestras energías, valorar lo que tenemos, ver como la TIERRA ha seguido su trayectoria natural reciclándose y los humanos, reiniciar desde nuestro interior y ser empáticos con nuestro planeta y con los demás seres del planeta.
SON TIEMPOS DE REFLEXIÓN, EMPATÍA Y CRECIMIENTO.