Comienzo este escrito porque he comenzado a ver una serie que se llama ‘Black Crows’, sobrevivir al Estado Islámico desde dentro.
Una serie producida por la MBC, la cadena principal de pago de los países árabes, que nos va a proporcionar una perspectiva tan desconocida e inédita como es la de ISIS/ Daesh vista por los propios musulmanes, que no olvidemos que son las principales victimas de las tropelías del Estado Islámico. La trama : Una serie de personas ( hombres, niños y mujeres), procedentes de distintos países y de diferentes profesiones, que abandonan todo para unirse a ISIS en la ciudad de Raqqa, donde van a ser incluidos en sus programas de adoctrinamiento, adiestramiento y de posterior asignación a las tareas que los lideres de la célula consideren oportunas, que van desde el combate directo o el terrorismo suicida para los hombres, niños, al concubinato o el servilismo exacerbado en el caso de muchas mujeres.
Un aspecto importante a subrayar es que la serie no se centra en una pelea de musulmanes contra occidentales, sino que trata de la lucha sin cuartel de musulmanes contra musulmanes. Como os podéis imaginar, tanto el rodaje como la emisión levantó la cólera de los miembros del Estado Islámico, que han amenazado de muerte tanto a la cadena como a los actores y actrices de muchos países musulmanes que han intervenido, hackeando sus cuentas de redes sociales para hacerles llegar sus amenazas.
¿Os suena a algo con lo que está ocurriendo en España con la censura en RRSS?
Dentro de ver la cruel realidad que se exhibe, me impactó muchísimo la frase que usan durante toda la serie diciendo a niños, mujeres y demás recrutados que sus armas no son los fusiles y pistolas, que su gran arma ES EL MIEDO.
Empecemos por definir el MIEDO:
Es una sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario y/o de desconfianza que impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea. Es una emoción instintiva, fundamental para la supervivencia del ser humano desde sus orígenes donde cumplía la función de alertar o prevenir ante un peligro real. Es por tanto una emoción primaria y normalmente se desencadena como respuesta a una situación determinada de inseguridad y pérdida de estado emocional y físico.
El uso del miedo en la actualidad por los GOBIERNOS
El miedo nos alerta de aquellos peligros que amenazan nuestro bienestar y en ocasiones incluso nuestras propias vidas. Ante la sensación de miedo reaccionamos huyendo, escondiéndonos o preparándonos para repeler la amenaza. Despreciar el miedo es exponernos a nosotros mismos a la posibilidad de un riesgo mortal. Decir a otros que no teman es darles un consejo que no pueden seguir.
Las personas que tienen la desfachatez de gobernarnos, que se atreven a llamarse a sí mismos gobernantes, entienden este hecho básico de la naturaleza humana: Lo explotan, lo promueven.
Ya sea que establezcan un Estado militarista o un Estado de bienestar, de ellos depende el miedo que establezcan en la sociedad para asegurarse el objetivo: LA SUMISIÓN PÚBLICA, y asi garantizarse las iniciativas y aventuras del propio Estado.
En la actualidad vivimos una época de recrudecimiento de esta estrategia del MIEDO, es una oportunidad para aplicar sus políticas, paralizados por nuestras pesadillas, y damos por bueno lo que en otras circunstancias nos resultaría inaceptable. Atemorizados, nos convertimos en personas individualistas, mucho más manipulables porque dividiendo es más fácil convencer. Olvidamos ayudar a los demás y nos quedamos solos convirtiéndonos en individuos mucho más vulnerables.
El uso político del miedo sirve para entender muchas de las cosas que pasan en este mundo que habitamos, el miedo tiene poder para cambiar el mundo, como también lo tiene LA ESPERANZA. El miedo es un instrumento sumamente poderoso que lleva alentando y manejándose desde hace tiempo por los Gobiernos.
Esto es así cuando el miedo se apodera de nosotros y nos mantiene paralizados, cuando nos coacciona y subyace en el fondo de todas nuestras preocupaciones y nuestros problemas de ansiedad. Estos cambios nos preparan para conseguir la respuesta ante los estímulos peligrosos: huir o luchar.
El miedo actual es, sin embargo, un miedo líquido, difuso, y nos trasmite que lo mejor es esconderse sin un plan de respuesta claro porque no tenemos claras las amenazas. Dejadnos llevar las riendas, nos avisan y nos dicen: creeros lo que os contamos.
La táctica ha estado ahí siempre. El miedo, una emoción básica que nos paraliza y por eso los que son capaces de señalar cuáles deben ser nuestros desasosiegos pueden fabricar a su antojo el «antídoto salvador».
El miedo no se puede poner en cuarentena. Y se propaga más rápido que el peor de los virus. Cuando la emoción generada por un temor se impone a la razón es muy difícil mantener la calma. Otra vez queda demostrado que el miedo es, comparado con otros virus conocidos, el más contagioso, peligroso e incontrolable.
Educar por métodos basados en el temor, la fuerza y
la autoridad destruye la sinceridad y la confianza, y sólo se
consigue una falsa sumisión
Albert Einstein
El sometimiento al miedo y a la cultura del terror
En la actualidad vivimos una época de recrudecimiento de esta ESTRATEGIA POLITICA. En los últimos años se ha ido difundiendo un temor abstracto entre unos y otros, paralizando nuestros sueños, nuestro devenir; y atemorizados, nos convertimos en personas individualistas, mucho más manipulables porque dividiendo es más fácil convencer y adiestrar (adoctrinamiento).
A los ciudadanos nos proponen y nos obligan a no salir de casa, además los gobernantes actuales nos aconsejan sumisión. Nos quieren divididos, aplicando la estrategia de «sálvese quien pueda», están centrados en lo que nos diferencia y olvidan lo que nos une, dispuestos a renunciar a elementos clave de nuestra libertad en pro del silencio.
Un miedo que además está amplificado por los medios de comunicación manipulados que alientan y agrandan la NARRATIVA DEL MIEDO: terrorismo internacional, pandemias, muertes, miedo a la economía, guerras, con la consiguiente pérdida de valores y libertad.
Un miedo que nos sitúa en una sociedad de riesgo, en el que todos asustados no dejan que pensemos y actuemos desde la libertad emocional y física, las amenazas se relevan entre sí, son difusas, no entran en el discurso de la lógica.
Si los cerebros emocional y racional quedan desconectados, emocional o funcionalmente, los instintos y la emoción dirigen el comportamiento. – Ignacio MORGADO, Catedrático de Psicología de la UAB
Pero no van a conseguir meternos más miedo porque los efectos paralizadores de esa táctica se diluyen muy rápidamente: en cuanto los ciudadanos nos sacudamos el polvo del miedo, y salgamos a la calle a airear nuestras ilusiones. Como hizo Nemeitz con sus avisos que no fueron obstáculo para que el París de una época atrás se convirtiera en el centro del Siglo de las Luces, una de las épocas más revolucionarias y esperanzadoras de la historia de la humanidad.
“Todo lo que quieres está del otro lado del miedo – Jack Canfield
¿Que separa realmente a las personas? el miedo en toda su plenitud: la maldad, la hipocresía, la traición, el egoísmo, el afán de poder de los Gobiernos.
¿Que une a las personas? El amor.
Lo primero que se necesita para despertar conciencia es saber que se está adormecido. Vivir el aquí y el ahora.